¡Gracias por tanto F1!

Se acaba el año 2021 y con él, una de las temporadas más vibrantes de los últimos años. Es una realidad que por Enero y Febrero, la mayoría de nosotros, no nos esperábamos una temporada similar a la vista años anteriores, dominada por el equipo de las flechas plateadas, el Mercedes AMG Petronas y su exitosa fórmula que les ha llevado al éxito desde aquel lejano 2014. Año donde Sebastian Vettel defendía el trono gracias a un tifón llamado Red Bull RB9, donde sólo había un piloto español en la parrilla y era en la Scuderia Ferrari. Año donde la Fórmula 1 nos volvió a enseñar lo cruel y triste que puede llegar a ser a veces, Jules todavía te seguimos recordando.

Desde 2014, y en contadas veces, los equipos han puesto en apuros al equipo Mercedes. En 2015, Vettel parecía querer recuperar lo que un día fue suyo; pero era prácticamente imposible. La actuación del equipo Ferrari y de Williams a principio de la temporada, nos invitaba a soñar, y ahí se quedaba, en un sueño. Se cerró el telón en Yas Marina con un nuevo título para Lewis Hamilton, el 3º en su palmarés. 2016 fue vibrante, un joven piloto llamado Max Verstappen, entraba al equipo de Red Bull junto a Daniel Ricciardo, una de las parejas con más calidad de la parrilla, entró con todo, con esa furia y talento que tanto le caracteriza. Y en un Gran Premio de Barcelona, los dos únicos favoritos se quedaron fuera en la primera vuelta de la carrera. Ahí demostró un joven holandés que, tarde o temprano, iba a entrar en los libros de oro de este deporte. El mundial estuvo reñido entre los dos compañeros de la misma escudería, y no fue hasta la última carrera donde un nuevo campeón entraba en el Olimpo como en su época lo hizo su padre, Nico Rosberg era campeón del mundo y días después de alcanzar lo que todo piloto ansía cuando se inicia en karting, decide marcharse a lo campeón, ganando un título mundial. 2017 nos invitó a soñar con una rivalidad entre dos campeones del mundo, Lewis Hamilton y Sebastian Vettel; pero otra vez, y no en la última carrera, Mercedes era de nuevo la escudería que se llevaba las portadas de la prensa. 2018 fue un año que Ferrari empezó fuerte cosechando dos victorias de forma consecutiva, pero esa racha, se apagó poco a poco, pero ahí seguían. Finalmente, en el Gran Premio de Alemania, ese sueño de hacer historia con Ferrari se desvaneció por completo, otro año más donde Lewis Hamilton ganaba con una diferencia abismal sobre el segundo. El público empezaba a cansarse de solo ver a un piloto ganar, y Fernando Alonso también se cansó y dijo hasta luego. 2019 y 2020 fueron años de dominancia absoluta, pero con ligeros momentos donde este deporte nos demostró que en  las carreras hay más pilotos que pueden subirse al podio, como fue el caso de Kvyat, Albon, Norris, Gasly, Leclerc, Sainz y Pérez.

Nos situamos en el 2021 con un equipo Hass apostando a la juventud, y al dinero; con un equipo Williams que empezaba a ver luz; un Alfa Romeo que tenía en su plantilla al último campeón del mundo con Ferrari; un Alpha Tauri con un Gasly que anhela por el asiento en Red Bull y un jovencísimo Yuki Tsunoda; un Alpine, antes Renault, con una plantilla renovada con Ocon y la vuelta del bicampeón Fernando Alonso; un equipo McLaren que tenía entre sus manos una de las plantillas con más habilidad de la parrilla; un equipo Ferrari, que pretendía recuperarse tras la desastrosa temporada de 2020 y con dos pilotos que aun tienen mucho que decir; un Red Bull con ganas de volver a coronar el mundo y el equipo más poderoso desde 2014, Mercedes AMG Petronas, con la misma dupla desde 2017.

Empezó el mundial en Bahréin y, al mismo tiempo, la primera polémica de la temporada. Este inicio tuvo como resultado otra victoria de Hamilton, la tónica de hace muchos años, pero los aficionados nos dimos cuenta de que Red Bull no había venido a ver pasar otro campeonato, por fin había un coche capaz de competir de tú a tú al equipo de las flechas plateadas.

La temporada prometía cada vez más y más. Llegamos a Mónaco y tenemos una de las enésimas sorpresas que esta temporada nos iba a bridar, Ferrari obtuvo la Pole Position y el 3º puesto de cara al domingo; un fallo de Charles el sábado le impidió competir la carrera y todos veíamos el primer podio de la temporada para el equipo italiano, y el primer podio de Carlos Sainz con la Scuderia. Una alocada carrera entre las calles de Bakú y un reventón de Verstappen al final de dos vueltas, nos regaló una carrera al sprint donde el “Magic Button” de Hamilton le brindó una mala jugada y veíamos como Checo Pérez ganaba la carrera; y como un Vettel por méritos propios volvía a sonreír.

También vimos que Fernando Alonso estaba de vuelta. En Silverstone, Inglaterra, estalló la guerra y ya el mundial cambió de forma radical a una conducción más agresiva por parte de los favoritos, Max Verstappen y Lewis Hamilton; en dicha carrera, el día anterior, se inauguró la carrera al sprint, donde volvimos a ser críos con la salida de Fernando Alonso.

La alocada carrera de Hungría nos hizo levantarnos de los asientos tras la caótica salida en agua, la posterior bandera roja y una de las imágenes que va a pasar a la historia tras ver como solo un piloto iniciaba la carrera desde la parrilla con neumáticos de intermedios ante una pista completamente seca. Los demás, como hienas, estaban en el “pit lane” con neumáticos de seco. Ocon y Vettel tiraron como unos demonios ya que veían que podían subirse al cajón más alto del podio. Vimos lo que es el trabajo en equipo tras la radio de Russell, que sacrificaba su posición para que Latifi marcase los primeros puntos para Williams; y trabajo de equipo el que hizo Fernando Alonso defendiéndose, teniendo todo en contra ante la llegada de un huracán llamado Lewis Hamilton, los dos nos demostraron que cuando se juntan los grandes, se pueden hacer cosas emocionantes, Alonso aguantó todo lo que pudo, pero la física y la mecánica ganó a la magia y a los milagros. Hamilton se encontró a un sólido Carlos Sainz que pudo aguantarle unas cuantas curvas para ver como después de adelantarle se esfumaba la opción del podio. Ocon ganó, y con esa victoria nos volvió a demostrar los bonitas que son las carreras a veces. Sebastian Vettel fue sólido todo el fin de semana, pero un falló al tomar muestras le hizo entregar el segundo puesto a Lewis Hamilton, y este el tercero en Carlos Sainz.

La temporada avanzaba pasaba a un ritmo frenético ante la atenta mirada de, cada día, más aficionados. Hasta que se llegó al legendario de Spa-Francorchamps. Circuito donde se ha dado uno de los actos de la FIA más polémicos de todos los tiempos. Lejos se queda en la memoria la épica clasificación de George Russell, tirando por fin la puerta del equipo Mercedes. Un león aterrizó en su país, y entre los vítores de su afición, ganó ante su público y dando más distancia al segundo clasificado.

En Monza, el templo de la velocidad; McLaren demostró el gran equipo que son tras hacerse con un 1-2 en lo más alto del podio, con otra polémica más. El enésimo toque de Lewis Hamilton y Max Verstappen en la primera curva del circuito. Un accidente bestial, de esos que te sorprende ya que no todos los días vemos a un coche subido, de forma literal, encima de otro.  Aterrizaban en suelo ruso, y McLaren parecía ser el 3º mejor coche tras una pole emocionante de Lando Norris, en segundo puesto un gran Carlos Sainz que, como ya llevaba haciendo desde el primer gran premio, demostró que él no quería el segundo piloto. El 3º puesto se lo agenciaba el británico George Russell, todo el mundo sabía que para 2022, él sería piloto Mercedes. En una carrera donde Verstappen penalizó, Hamilton sabía que era primordial arañarle más puntos para así estar más cerca de él; llegaron las últimas vueltas con una lluvia que inundó la pista. Entre las infinitas comunicaciones entre ingenieros y pilotos, Fernando Alonso estaba en puestos de podio y toda España empezó a rememorar años gloriosos, pero se quedó en un espejismo ya que la pista estaba demasiado húmeda para llevar los neumáticos de secos, Lando Norris jugó mal sus cartas, y en una mezcla de poca experiencia y de ambición por ganar su primera carrera, quiso jugársela. A veces arriesgar, sale bien y en otras mal. Es por ello la decepción del británico, de tener todo a no tener nada. La carrera la ganó Lewis Hamilton y el podio lo completó Max Verstappen y, por detrás, Carlos Sainz que sumaba su 3º podio en su primer año.

El Mundial estaba cada vez más apretado, y en Brasil un Lewis Hamilton con una conducción esplendida ganó, otra vez, con una polémica. Esta vez una acción arriesgada entre el piloto de Red Bull, Max Verstappen que ansiaba con quedar por delante de Hamilton, pero este le pasó como un cohete gracias a su nuevo motor y a su conducción. El mundial estaba más apretado que nunca. Llegó Catar y bajo el desierto, Fernando Alonso partía tercero. Toda España fue una olla a presión tras ver que el piloto asturiano estaba ahí, en los puestos de adelante. La carrera poco a poco parecía ser una normal, con los pilotos que aspiraban al mundial en los primeros puestos, pero los focos no estaban ahí, estaban en el piloto asturiano, que con un poco de fortuna vio como un rival que podía quitarle el último cajón del podio, tuvo un pinchazo y se esfumaba las opciones de Bottas de conseguir un podio. Un Virtual Safety Car consiguió que Pérez no arrebatase ese 3º podio, que aquí en España, se asemejaba a una victoria.

El mundial estaba como nunca se había visto, con una igualdad y tensión increíble, el Gran Circo aterrizaba al nuevo circuito de Arabia Saudita. Los muros siguen temblando tras la vuelta en Q3 del piloto holandés, pero su ambición hizo que, una vuelta perfecta consiguiendo la pole, pasase a quedarse 3º para la carrera del domingo. Esta situación le venía de lujo a Lewis Hamilton ya que tenía a su compañero en 2º puesto. La carrera tenía detalles de echarse la siesta, hasta que Schumacher perdió el control, y en otra polémica, se sacó bandera roja; pero eso no fue lo polémico. Esto llegó tras una pasada de Verstappen por fuera de los límites de pista hacia Hamilton, holandés estuvo obligado a ceder la posición para Hamilton. En un tira y afloja de a ver quien de los dos tiene más pillería ocurrió una acción que dividió ya por completo a la afición. Tras dejar posición Verstappen sobre Hamilton, el británico ganó sobre Verstappen y un Bottas que le quitó el tercer escalón del podio a Esteban Ocon cuando solo quedaban escasos metros para llegar a meta.

El mundial pintaba de la siguiente forma para la última carrera de la temporada: los dos pilotos empatados a puntos, hecho que no ocurría desde 1974. La pole se la agenció Max Verstappen y por detrás Lewis Hamilton. El espectáculo estaba más que asegurado, debido a que partirían con estrategias distintas; el piloto de la marca austriaca empezaría con neumáticos blandos y el británico con neumáticos medios. En la salida, Hamilton se apoderó del primer puesto y en la chicane de después de la primera recta, Verstappen se tiró de aun no se sabe donde e hizo que Hamilton aprovechase la escapatoria y ganase una distancia más que cómoda para obligar a Max que aumentase el ritmo y con ello, los neumáticos caerían más rápido. Otra polémica estaba servida en la primera vuelta, ya que el equipo de Red Bull aseguraba que el piloto de Mercedes ha ganado una ventaja por fuera de pista y que además, el piloto de la marca de bebidas energéticas estaba por delante en el vértice, así que pedían que Hamilton devolviese posición, pero la FIA decidió que solo devolviese la ventaja ganada. Verstappen paró para intentar pillar al piloto británico, que conducía de una forma muy cómoda sin cometer ningún error, hasta que hizo la parada y se encontró con un piloto llamado Checho Pérez, el segundo piloto de Red Bull hizo una defensa magistral para así acercar a su compañero hacia su rival, y así fue. Hizo que Verstappen recuperase 8 segundos en dos vueltas.

Pero cuando queríamos darnos cuenta de la batalla que podía ocurrir, el Mercedes se escapó y muchos dimos por campeón a Lewis Hamilton por 8ª vez, superando al legendario y siempre presente Michael Schumacher. Todo parecía ir bien encaminado, hasta que el Williams de Nicholas Latifi, a escasas vueltas para el final se estrellase. Ni el mejor actor de Hollywood se le hubiese ocurrido ese “plot twist”. Aparece el Safety Car y Verstappen para y pone los neumáticos blandos; Hamilton en cambio no pudo para ya que hubiese perdido posición. Faltaban dos vueltas y los doblados seguían entre los dos pilotos que se jugaban entrar en la historia, hasta que aparecieron los mensajes de “lapped cars are allow to overtake the Safety Car” y al instante el mensaje de “Safety Car in this lap”. En mundial se iba a decidir en la última vuelta de la última temporada. Así es como se escribe la historia. La carrera se relanzó y conduciendo con el público de sus países, Lewis Hamilton y Max Verstappen llegaron al vértice de la frenada antes de la larga recta casi en paralelo, y en un acto de fe, Verstappen se puso primero, Hamilton intentó recuperar lo que fue suyo durante toda la carrera y al finalizar la segunda recta, llegaron a estar a escasos milímetros el uno del otro a más de 300 km/h, lo dos pasaron pero Max salió de esa curva reformada en primera posición que conservó hasta la bandera de cuadros. Euforia total en el circuito de Yas Marina y en el mundo, un nuevo piloto era campeón del mundo, el 34º en conseguir esa hazaña.

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Fuente: Fórmula 1 – Neumático Intermedio