Guanyu Zhou, la eterna historia de los pilotos de pago

La semana pasada confirmó el fichaje de Guanyu Zhou por el equipo Alfa Romeo junto a Valteri Bottas, siendo el primer piloto chino que llega a ser piloto oficial en la Fórmula 1, mientras que su gran rival para el asiento Oscar Piastri se quedará como reserva de Alpine.

Zhou será el primer piloto chino de la historia de la F1 en disputar un gran premio oficial, pero su compatriota Ma Qing Hua y él mismo ya habían disputado entrenamientos libres en la máxima categoría.

Aquí tenemos muchas cosas que comentar, como la trayectoria del propio Zhou para llegar hasta aquí, así como una reflexión sobre el tema de los pilotos de pago y cómo evitar la espantada de pilotos que intentan llegar a la Fórmula 1 sin éxito, lo que los lleva a otras categorías.

La trayectoria de Zhou

Zhou comenzó a ser piloto de monoplazas en 2014, fichando Ferrari Driver Academy, y arrancó de forma muy positiva con un 2º puesto en la F4 italiana en 2015 con tres victorias. Sin embargo, este se quedó estancado en la F3 Europea desde 2016 hasta 2018, donde el mejor resultado que logró fue la octava posición. Fue en este año en el que acabó su presencia en el programa de Ferrari para pasar al de Renault, en el que hoy continúa, y dando el paso a la Fórmula 2 para 2019 con Uni Virtuosi, el sucesor de Russian Time.

Ya en su primera temporada en la F2 mostró señales de gran calidad, haciendo adelantamientos que nadie más se atrevía a hacer (muy al estilo de Artem Markelov) y logrando una séptima posición en la general con cinco podios, no pudiendo lograr algo mejor por su falta de victorias, pues su regularidad le hizo quedar en el top 10 de todas las carreras que acabó. Su año 2020 empezó de forma prometedora en Austria con la pole, pero un fallo mecánico lo llevó al final de la parrilla. El resto del año fue bastante irregular, pero logró su primera victoria en Sochi, asegurándose el sexto lugar de la tabla.

En este año su experiencia le hacía uno de los favoritos para llevarse el campeonato, y cumplió con las expectativas al principio del año. Actualmente sigue luchando por ganar la F2, pero está siendo superado por el rookie Oscar Piastri, del que ahora hablaremos.

Zhou ha ganado cuatro carreras durante su estancia en la F2, siendo tres de ellas este año.

¿Un piloto de pago más?

Es imposible negar que durante toda su carrera Zhou ha contado con un enorme apoyo financiero a sus espaldas, que le ha permitido llegar a las categorías más altas. Pero sin dudas su mayor aliciente es su nacionalidad. En las últimas décadas, China se ha vuelto en una potencia económica mundial, así que la presencia de un piloto chino en la parrilla es muy interesante a nivel de mercado para el gran circo.

Liberty Media tiene especial interés en entrar en los mercados estadounidense y chino, así que contar con equipos y pilotos de estos países es clave.

Aún así, esto no debe opacar sus habilidades como piloto que, si bien no son las de un prodigio, considero que son más que aptas para estar en la categoría reina viendo lo que está haciendo en la Fórmula 2. Su perfil parece el de un piloto con talento pero que requiere una gran adaptación a la categoría en la que compite, aunque habrá que ver lo que ocurre.

Muchos podrían preguntarse si estamos ante un nuevo Nikita Mazepin, y personalmente no lo creo. Ha demostrado mucho más en la F2 que el piloto ruso, y parece ser más disciplinado y centrado que este, así que su rendimiento debería estar por encima, además de que tendrá mejores armas para luchar.

Además de su buena preparación, contará con un experimentado compañero como es Bottas que le ayudará a progresar.

¿La mejor opción?

Desde mi punto de vista, y de muchos aficionados más, Oscar Piastri merecía mucho más ese asiento que Zhou. El australiano ganó con contundencia la F3 en su año de debut y de esa misma forma está liderando la F2. Así que obviamente sí, había un piloto que claramente lo merecía más, pero pensándolo bien, Piastri tiene tiempo para llegar, mientras que Zhou no podía permitirse un cuarto año en las categorías de promoción. Por tanto, y siendo que el oriundo de Shanghai llevaba tiempo en la órbita de la F1, apostar por este era lo más esperado.

Piastri hubiera sido sin dudas mejor opción, pero la diferencia entre ambos no es tan descabellada como en otras situaciones donde el dinero ha decantado la balanza.

Otra opción que hubiera sido interesante es un Robert Schwartzman que mostró un gran talento en la F3 pero con grandes problemas de regularidad en la F2, que posiblemente le costó su presencia en la máxima categoría. Una lastima para un piloto auspiciado por Ferrari. Otros candidatos como de Vries o Pourchaire no me parecían tan lógicos, el primero por estar bien asentado en otras categorías y el segundo por ser demasiado joven.

¿Y Giovinazzi?

Con todo el pesar que me da perder al único piloto italiano que teníamos en la parrilla, no ha demostrado el nivel para estar en una Fórmula 1 donde apenas hay huecos. El transalpino ha criticado con dureza la importancia que tiene el dinero en las oportunidades que se tienen para llegar, olvidando quizás el enorme apoyo económico que Ferrari le dio para estar en Alfa Romeo, sin ser capaz de cumplir a nivel de resultados al nivel que se esperaba, mostrándose como un piloto rápido pero poco regular y siempre inferior en carrera a un Kimi Raikkonen en el ocaso de su carrera deportiva.

A pesar de sus malos resultados, Antonio es un piloto enormemente capaz para otras categorías, como la Fórmula E en la que ya se ha confirmado que competirá, así como el WEC donde seguramente Ferrari le tenga en cuenta para su programa de Hyper Cars.

El estigma de los pilotos de pago

Me gustaría terminar con una reflexión sobre los pilotos que están en la Fórmula 1 principalmente por aportar fondos a sus equipos más que por su propio talento. Todos tenemos en mente quiénes de la actual parrilla están principalmente por dinero, y en general no se tiene una buena impresión de estos, así como del resto de estos pilotos.

Sin embargo, debo hacer de abogado del diablo y defenderlos (más o menos), y es que no debemos olvidar que este negocio es caro, muy caro, y pocos equipos pueden sostenerse sin este aporte. Me pregunto qué sería de Haas, Williams o la antigua Force India sin el dinero de estos pilotos. Dicho corto y mal, son un mal necesario.

Piloto de pago no siempre significa malo o mediocre. Un ejemplo reciente es Felipe Nasr (en imagen), que logró grandes resultados con Sauber, a pesar de que solo estuvo los dos años que el Banco do Brasil patrocinó al equipo.

En definitiva, estos pilotos nunca desaparecerán, son inevitables para que ciertos equipos pequeños puedan subsistir. Lo que sí es importante, y creo que es algo que la FIA ha sabido hacer con la dificultad para conseguir la superlicencia, es exigir un nivel mínimo para que no pueda llegar «cualquiera» a comprar un asiento si no tiene un bagaje en las categorías inferiores.

Sin embargo, aún nos queda otro problema por solventar, que es la falta de asientos en la Fórmula 1. 20 coches no son suficientes, pues grandes talentos como Piastri o Ilott no están pudiendo entrar cuando se lo han ganado y tenían apoyo detrás de sus academias. No entraré hoy en ese tema, porque es complejo y quiero dejarlo para otro momento, pero creo que si no hay entre 24 y 26 coches en parrilla este problema se mantendrá.

El ejemplo más claro de que un piloto de pago puede ser bueno es Niki Lauda, que comenzó su carrera pagando por su asiento hasta que su talento lo llevó a Ferrari.

¡Esto ha sido todo por hoy!

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Fuente: Fórmula 1 – Neumático Intermedio